El Ministerio de Desarrollo Productivo anunció que la planta estatal de soya en San Julián comenzará este mes la producción de aceite refinado, marcando un incremento del 36 % en la oferta del mercado interno.
Según el viceministro Luis Siles, tras acumular 45 000 toneladas de materia prima —con el objetivo de alcanzar las 100 000 t—, la planta, que ya opera desde diciembre con aceite crudo, ahora inicia la fase de desengomado y refinado, tras completar pruebas satisfactorias.
EMAPA asumirá la distribución en formatos de 900 ml y bidones, integrando al Estado directamente en la cadena de abastecimiento, algo que no ocurría anteriormente. Durante 2024 se proyectó una producción anual de 62 000 toneladas, suficiente para cubrir entre el 70 y 75 % del consumo interno de aceite vegetal. Con capacidad de procesamiento de 1 000 t de soya por día, la instalación también generará más de 100 empleos directos y 350 indirectos.
Esta medida forma parte de una estrategia mayor del Gobierno para equilibrar intereses entre exportación y consumo interno, con impuestos a los privados y controles logísticos, buscando garantizar precios estables y evitar aumentos especulativos. Además, coordina con industrias cárnicas y avícolas para ampliar la oferta de alimentos básicos, mientras las alcaldías controlan precios de cerca.
Con la incorporación del aceite refinado estatal, se proyecta una mejora significativa en la seguridad alimentaria y una presión a la baja en los precios promedio, fortaleciendo el rol del Estado en la cadena agroindustrial boliviana.